martes, 23 de abril de 2024
Mitos
El blanco de las letrinas
Por el dolor a la sabiduría (Agamenón, Esquilo)
El artesano intelectual no pretencioso
Adagio lamentoso
Porque conozco el día que me espera, / y no por el placer. Jaime Gil de Biedma
Génesis de la estupidez
El obstáculo ocasional
El conocimiento la pasión no quita. (Manuela Reyes. Cante por caracoles, de Antonio Chacón)
No sólo se las hurtaban, mas aún a sí mismos las intitulaban. Antonio de Guevara
Cuando me paro a contemplar mi estado / y a ver los pasos por donde he venido / me espanto de que un hombre tan perdido / a conocer su error haya llegado. Lope de Vega
Ciencia sin seso, locura en exceso
Un poema “es poesía incluso cuando aparenta describir”. Heidegger
Ese algo que nos está lastimando
El secreto de la palabra poética no es otro que carecer de secretos para ese algo que nos está lastimando (Charles Bukowski). Al dejarse poseer por su objeto, la poesía saca a la luz pliegues ocultos de nuestras galerías sin fondo (A. Machado) entre cuyos brazos el lector siente que es a él a quien se le está explicando algo en voz baja, muy lentamente, en la intimidad de una habitación (Marguerite Yourcenar). Una búsqueda de lo inabarcable aquí y ahora que pocos entenderán de la misma manera y cuya idea madurará con los años en nuestra memoria como lo hacen estos versos de Karmelo Iribarren.
en invierno,
a primera hora:
las calles recién regadas,
el aire fresco,
limpio,
el olor a cruasán de las cafeterías,
la locura
de los pájaros
Como si la vida
te dijese:
mira, aquí me tienes,
vuelve a intentarlo
Tales resquicios de intimidad resultan especialmente hospitalarios para quienes como un aria olvidada se perdieron en una vida irreal, no en la de la mecedora imaginaria donde nos sentamos a recordar junto a un piano que no existe aquellos versos que nunca escribimos; sino en la de quienes huyendo de la autocompasión cayeron en el pozo de la culpabilidad mientras contemplaban a los demás con más indulgencia que a sí mismos. Según Herman Hesse, el "ama a tu prójimo" lo tienen tan hondamente inculcado como el odio a sí mismo. Es posible que a través del lenguaje instrumental hayan tenido noticia de que semejante escisión es una mala manera de gastar la vida, pero la redención necesita de algo indescriptible que solo se puede ver con los ojos del amor. Ni el bueno sabe de su bondad ni la piraña duda de sus actos, por lo que seguirán ciegos hasta que Wislawa Szymborska les elogie esa mala conciencia de sí mismos o aprendan de Sancho que quien yerra y enmienda, a Dios se encomienda. Todos somos pájaros tratando de volar en plena tormenta, pero cada vez son menos los que reconocen sus errores para aprender de ellos
Como la generación de las hojas
lunes, 22 de abril de 2024
Sangran
Hay mucha gente que ha perdido la capacidad de leer, atrofia a la que contribuyó Walt Disney cuando decidió sustituir la complejidad de autores como Andersen o clásicos de la literatura universal como Pinocho y Peter Pan por simplificaciones audiovisuales adaptadas a la ideología capitalista, al negocio y a la difusión de una imagen idílica de la sociedad americana amenazada por personajes siniestros. Quienes no leen renuncian a buscarse a sí mismos en las palabras eternas e incluso a reflexionar acerca de lo que en realidad sienten. Al carecer del instinto con que la naturaleza ha dotado a los animales muestran una extraordinaria resistencia a salir del redil, pero a cambio logran desarrollar una poderosa médula espinal junto a la que pasan felices el resto de su vida. Esta conducta nos hace recordar el viejo principio sintetizado por Bentham, según el cual, la mejor norma jurídica es la que garantiza "la mayor felicidad para el mayor número de personas". La aparente ingenuidad de esta sentencia, su sentido común y los intentos de relacionarla con Aristóteles prescindiendo de las virtudes y de la metafísica ilustran lo que el capitalismo ha hecho de nosotros. Nunca he tenido una vocación específica, pero esta absurda máxima utilitarista despertó mi interés por la Filosofía del Derecho entendida como punto de encuentro de una pluralidad de saberes que nos permiten estudiar la ley desde perspectivas históricas, filosóficas y políticas. No es una materia en la que abunden las verificaciones empíricas que se exigen hoy en día, pero podemos afirmar que sin crítica, todo lo que un día fue emancipador se acaba convirtiendo en dominación: Al principio, incluso la justicia funciona, escribe Wislawa Szymborska. Es lógico que este carácter de campo abierto en tierra de nadie moleste a los positivistas y a los partidarios de establecer fronteras precisas entre disciplinas académicas, por lo que es posible que estos científicos tampoco estén de acuerdo con el poema "Límites" de Juan Gelman.
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed, hasta aquí el agua? ¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire,
hasta aquí el fuego?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,
hasta aquí el odio? ¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,
hasta aquí no?
Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.
Sangran.
Está loco, es decir, es normal
"Don Quijote es el símbolo de la crítica a la sociedad burguesa, desde sus formas feudales tardías en torno al 1600 hasta el conformismo por completo manipulado del presente. Es el símbolo ahistórico de un verdadero materialismo histórico. En cada situación está loco, es decir, es normal; en cada encuentro es irracional, es decir, racional". Leo Löwenthal
El encuentro con nuestros libros de caballería suele ser tardío, pero en su torbellino, ellos mismos nos explican los motivos de dicho retraso. Hasta medio siglo después de su publicación no supe que existía la célebre Dialéctica de la Ilustración (1944), ensayo con el que Theodor Adorno y Max Horkheimer describieron los procesos que dieron lugar a la miseria y la opresión características de la barbarie moderna. Uno de los principales méritos de Dialéctica de la Ilustración consiste en rechazar el actual desplazamiento de la angustia desde la esfera social a la psicológica. Dialéctica de la Ilustración es un poco más difícil de leer que las aventuras del hidalgo manchego, pero los siguientes versos de Gyula Illyés pueden servir para explicar el contenido de esta desencantada y compleja obra:
Sacrificamos al camello que conocía el camino...
tuvimos hoy nuestra última comida.
El tiempo de aprender a vivir no ha pasado
Segunda o tercera mano
Que el otro se disguste aora que no tú después y sin remedio
Religiosos incendios
los combatientes deseos
son holocausto poluto,
son materiales afectos,
y solamente del alma
en religiosos incendios,
arde sacrificio puro
de adoración y silencio.
Sor Juana Inés de la Cruz