martes, 23 de abril de 2024

El blanco de las letrinas

Para Batjin, la  Estética no es ninguna ciencia de lo bello, sino la ciencia de la cognición artística de la realidad. Harrry Levin no se anda con rodeos cuando afirma que la épica, el romance y la novela representan los tres sucesivos modelos de vida: militar, cortesano y mercantil. La irrupción del escritor como protagonista de su propia obra durante el romanticismo; la distinción entre novela realista y naturalista que establece Lukács a partir de 1848; la adopción del monólogo interior por parte de las vanguardias de finales del siglo XIX o la distorsión expresionista de la realidad van más allá del gusto y las formas. Sorprende que un intelectual como Hegel creyese que el arte se hizo problemático cuando, según él la sociedad había dejado de serlo. Su idealización del presente le impidió comprender el alma de los hechos (Juan Carlos Onetti) de la misma manera que la simple reproducción de las apariencias es incapaz de traspasar los elementos decorativos. Este es el caso de algunas modestias que son soberbia y el de Agamenón cuando trata de ennoblecer como obediencia religiosa lo que no es más que impiedad y ambición ocultas. La ideología burguesa de Thomas Mann no le impidió reconocer que si durante el siglo XIX hubo países en los que lo social no fue musical ni capaz de generar arte no fue  culpa de las musas. 
 
  Quién devuelve a la letrina  
  el color inmaculado   
            Lêdo Ivo

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